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Hola, soy Rubio, el pequeludo favorito de Aridai (esto no lo vayas contando por ahí porque tengo dos hermanos y está feo). Y Aridai es mi mejor amigo y el creador de Dogtor Food.
Vengo a contarte mis hazañas y cómo conseguí que espabilase y me diera la mejor comida del mundo.
Yo también comí pienso muchos años. Eso sí, pienso “del caro”. Pero, aún así, esa comida me daba mucha sed, era monótona y, a veces, me sentaba mal en mi barriguita.
(‘Morro fino’ serás tú. Por si acaso).
Vamos a remontarnos a marzo de 2020. Plena pandemia.
Aridai empezó a trabajar en nuestro salón y yo estaba contentísimo de que pasara más tiempo en casa, claro.
Podía estar con él cuando quisiera y, lo mejor: pude comenzar mi plan. (risa malvada).
Cada mañana me ponía el pienso y la función comenzaba.
Yo cogía unas cuantas bolitas, las escupía (pero no de cualquier manera. Con desprecio, eh), lo volvía a coger, iba a la terraza y esparcía trozos por allí. O me acercaba a Aridai y dejaba pedazos cerca de sus pies.
Con los días fui notando su inquietud. Estaba funcionando. Soy un genio.
Empecé a escucharle hablar del tema. Estaba buscando información y encontró algo muy interesante que lo dejó flipando. Y también un poco asustado.
Era un documental que no conseguía encontrar en español y que estaba capado en muchos sitios porque hablaba de un asunto que a la industria del pienso le venía fatal. Vaya, vaya…
Pero Aridai no se rindió (¡ese es mi chico!) y lo encontró subtitulado. A partir de ahí, no hubo marcha atrás.
Un día, llegó a casa una caja que olía a gloria bendita. ¡¡¡Era comida para mí!!!
Me la sirvió y la probé por primera vez.
Pude saborear mucha carne, verduras y fruta. Todo junto con una textura fresca y jugosa.
No dejé nada en el plato. Lo relamí por todas partes.
Se convirtió en mi comida diaria y noté rápidamente que me sentía más enérgico, alegre y en forma. Además, dejé de sentir molestias en mi barriguita.
Aridai estaba tan contento como yo. Sin embargo, es un producto caro y el envío a Canarias dificulta aún más las cosas.
Esta vez, era él el que tramaba un plan.
Dijo algo de buscar proveedores locales y producir nuestros propios menús BARF para los pequeludos de las islas.
Y tomó LA decisión.
Aridai quería crear la marca de alimentación BARF referente para las mascotas de Canarias.
(Es que es tan majo el tío. Y yo sé lo que me digo).
Emprendió un camino largo, duro y lleno de contratiempos, pero hoy podemos decir, con la boca bien grande y una sonrisa de oreja a oreja que, HA MERECIDO LA PENA.
Ingredientes naturales y frescos de proveedores locales que venden para consumo humano, lo que garantiza el cumplimiento de las medidas de calidad e higiene en la materia prima. Obrador propio con todo el equipamiento y maquinaria que nos garantiza la correcta trazabilidad y seguridad en los procesos de producción y distribución.
Y yo tengo el rol más importante de la compañía: Soy el catador oficial de los menús. Estoy viviendo mi sueño, te lo confieso.
Para despedirme, recuerda: tú decides lo que comes, pero nosotros no tenemos esa opción. Nuestros cuidados básicos están en tu mano. Eso sí. Te lo compensamos con un amor inagotable.
Un abrazo, Aridai y Rubio, cabecillas de Dogtor Food.
